Si aprendiéramos a diferenciar entre las preguntas confrontativas y las generadoras, los procesos comunicacionales serían mucho más sencillos y provechosos, y los vínculos mucho más sanos.
La pregunta confrontativa que utilizamos con más frecuencia es “¿Por qué…?” La reacción que provoca es que la persona se ponga a la defensiva, pues se siente atacada o cuestionada. Ya no escuchará el fondo de lo que se le dice, pues su energía estará enfocada en defenderse.
Las preguntas generadoras, como su nombre lo indica, “generan”; es decir, hacen que la persona piense en opciones, alternativas, opiniones, ideas. Algunos ejemplos: ¿Qué piensas de X cosa? ¿Qué te parece si…?, ¿Cuál es tu propuesta para…?, ¿Qué crees que pasaría si…? ¿Cuál es tu opinión respecto a…? Este tipo de preguntas, por su parte, facilita la conexión en cada momento de comunicación, favorece la escucha activa y potencia la generación de ideas, soluciones, reflexiones y aprendizajes para los involucrados, desde un rol protagónico.
De allí la importancia de saber preguntar, tanto desde el rol de coach como desde el rol de líder de un grupo o de una persona, y desde cualquier lugar en el que seamos parte de un vínculo. No por casualidad se dice que saber preguntar es un arte. ¡Aprendámoslo!
Marlen Montero Solís, Directora Talento Corporativo, octubre 2022.