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La música y yo

La música y yo

Siempre me ha gustado cantar. Crecí entre música y es, de alguna forma el lenguaje que aprendí de mi familia, de modo que es algo en lo que siempre me sentí cómoda y me resulta relativamente fácil.

Recientemente empecé a formar parte de un grupo coral, y eso es algo totalmente nuevo y distinto. Armonizar tantas voces diferentes es todo un desafío grupal e individual.

En mi juventud, mi tesitura fue de soprano, pero pasados los años, y tras el recuento de “los daños” (covid incluido, dos veces), ahora canto como mezzosoprano (voz intermedia) o contralto. En un coro, normalmente son las sopranos las que llevan la melodía principal, y el resto de las voces complementan. De modo que mi primer aprendizaje ha sido cambiar de tesitura, y el segundo, no llevar la melodía principal.

En mi trabajo como consultora, desde hace más de 12 años, me ha tocado en muchas ocasiones “llevar la melodía”. También cuando fui gerente de Recursos Humanos, de alguna manera había que llevar la “voz cantante” en el equipo.

Ahora, en el coro, aunque ha sido rico soltar ese rol “principal”, confieso que me está costando aprender a interpretar una canción conocida con una voz y tonada distintas. Y también me resulta difícil leer partituras; nunca lo había hecho, y además, estoy acostumbrada a cantar lo que quiero cuando quiero (literal y simbólicamente). Los cambios ¿será que alguna vez nos resulten fáciles?

Un aspecto que me parece muy hermoso de la música coral es que no se trata de las voces individuales, sino de lograr armonizar todas las voces distintas simultáneamente y, para lograrlo, es imprescindible escuchar a los demás. No importa qué tan buena sea una voz individual, sin la armonía colectiva no funciona en un coro. Y esa armonía requiere no sólo poner la voz, sino hacerlo en el momento indicado y con la fuerza adecuada, en total sincronía y ajuste con el resto.

Esa capacidad de escuchar el entorno, que es tan fundamental en los equipos de trabajo, en la música coral se potencia porque, sin escucha, realmente no hay coro. La sinergia es el elemento diferenciador.

Esta experiencia coral apenas está empezando, pero me está enseñando e impulsando en cosas que van mucho más allá de la música: ser parte de un todo, escuchar el entorno, generar sinergia, soltar roles tradicionales, aceptar que a veces se requieren “partituras”, y disfrutar el resultado, entre muchas otras cosas fundamentales no sólo para cantar. La música tiene mucho que enseñarnos para la vida (personal y laboral); al fin y al cabo, la vida toda puede ser música pura.

Marlen Montero Solís, Directora Talento Corporativo, 22 de mayo de 2023.

This Post Has 2 Comments

  1. Dulce

    Es maravillosa la enseñanza del trabajo en equipo que nos deja la actividad coral. Qué bonita nota y un punto de vista muy valioso.

    Un abrazo

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