He visto muchos videos de la Banda Municipal de Zarcero en Estados Unidos (en el Disney Parade, en el Festival de Bandas, en el muelle de Santa Mónica, en el Desfile de las Rosas) y cada uno de ellos logra despertar en mí muchas emociones, entre ellas orgullo, y una enorme admiración, sobre todo en esas presentaciones donde rescataron y dieron a conocer parte de nuestra cultura tica a través de símbolos borucas.
Lograr que 310 personas vibren al mismo ritmo y hagan vibrar a quienes los ven “trabajar”, es sin duda un hecho digno de evaluar para aprender desde el punto de vista organizacional.
Veo en ellos un claro ejemplo de trabajo en equipo del “de verdad”, caracterizado por una gran pasión, disfrute por lo que hacen, sincronía, confianza, esfuerzo, disciplina, entusiasmo, aprovechamiento de lo mejor de cada quien para lograr un producto de altísima calidad, y por supuesto, habla también de un liderazgo muy especial. El director de esa banda transmite una energía increíble y logró la retadora tarea de amalgamar a un grupo tan grande hacia objetivos colectivos. Sería interesantísimo conocer más de él y de cómo lo logró, pero a simple vista observé que tiene una gran conexión emocional con el grupo, clave fundamental.
Sin duda ellos no olvidarán esa exitosa participación en los distintos escenarios donde se presentaron recientemente, y ojalá nosotros no olvidemos todo lo que podemos aprender de un equipo tan hermoso que nos dejó llenos de orgullo.
Marlen Montero Solís, Talento Corporativo.
