En el día del amor y la amistad, es necesario recordar que “Todo amor comienza con el amor interior”. No se puede dar lo que no se tiene; por lo tanto, amarse a sí mismo es anterior a amar a alguien más.
¿Y cómo se traduce eso de amarse a sí mismo? Tiene que ver en primer lugar con el autocuidado: velar por nuestra salud física y emocional, que involucra desde comer sano, hacer ejercicio, mantener controles médicos adecuados, hacer mucho de lo que nos gusta, respetarnos, saber poner límites cuando es necesario, creer que merecemos cosas buenas y luchar por ellas, y velar por que los vínculos que establecemos en todos los niveles de nuestra vida sean saludables (familia, pareja, amigos, trabajo).
Para lograr practicar ese nivel de autocuidado se requiere haber construido una autoestima saludable, y aunque las bases de ésta se encuentran en nuestra infancia, donde no siempre las cosas fueron ideales, hay una frase cuya autoría se desconoce, pero que fue usada por Ben Furman para titular su libro: “Nunca es tarde para tener una infancia feliz”, implicando que no importa la edad que tengamos, siempre es posible sanar y reconstruir lo que sea necesario para reestructurar los aprendizajes adquiridos y darles nuevos significados, para que nada limite nuestra capacidad de ser felices.
Hoy, cuando se celebra el día del amor y la amistad, es una buena oportunidad para recordar la importancia del amor propio, que está en la base de todos los demás vínculos que establecemos. Amémonos, seamos nuestro(a) amigo(a) más cercano, valoremos lo que somos y lo que hemos logrado. Luego, festejemos con el resto de las personas a las que amamos. ¡Feliz día!
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